Este Ley inhibe en la actualidad a 87 intendentes, entre ellos el intendente de Chivilcoy, Guillermo Britos, quien asumió su primera gestión en diciembre de 2015.
El oficialismo ingresó a la Legislatura bonaerense el proyecto para eliminar la cláusula que prohíbe la segunda reelección consecutiva de los intendentes.
Resulta el primer paso para un eventual debate sobre la modificación de esta ley, que inhibe de presentarse, llegado el caso, a 87 jefes comunales en funciones hasta 2023.
Casi una veintena de ellos quedan exceptuados de la norma con el gambito de pedidos de licencia antes de los dos años de gestión. El salteo incluye alcaldes del Frente de Todos, quienes asumieron funciones en el gabinete provincial, y también a emigrados de los municipios de Juntos por el Cambio, como Jorge Macri (Vicente López), flamante ministro de Gobierno de CABA.
La iniciativa en el parlamento provincial fue presentada por el diputado Walter Abarca, de la séptima sección electoral. El legislador propone modificar el artículo N ° 3 del Decreto-ley 6769/1958. Es el referido a la Ley Orgánica de las Municipalidades y sus modificatorias.
Intenta establecer que la reelección o no de los intendentes surja de la voluntad del pueblo expresada en las prácticas democráticas. Este abordaje, según Abarca, es porque “en la constitución provincial no se establece un límite de tiempo ni de reelecciones para el departamento ejecutivo unipersonal”.
La discusión se presenta compleja. Y las posibilidades de aprobación requerirán de un amplio acuerdo entre los bloques. Para modificar la ley se necesita mayoría simple. Son 47 votos de los 92 en Diputados y, al menos, 23 en el Senado.
El partido gobernante y la oposición mantienen un equilibrio de representación legislativa, que seguirá aún después del 10 de diciembre, cuando se renueven por mitades las bancas.
Existe una base de entendimiento entre las fuerzas políticas. Consideran que ninguna ley puede ser retroactiva. La norma fue sancionada en 2016 y su aplicación -de acuerdo con la reglamentación- tiene vigencia desde 2015. Es decir que se toma como primer período 2015-2019. Por eso, no puede haber segunda reelección consecutiva en 2023.
Allí, los promotores de la modificación creen encontrar una laguna técnica. «No se legisla para atrás», insisten.
Además del planteo de inconstitucionalidad que condicionaría la libertad de elegir y ser elegido. Esa variante incorporó un posible atajo a través de una presentación formal en la Justicia. Todavía no está descartado. Evitaría el embrollo de tener que discutir en el recinto, con el riesgo de reacciones políticas. Asumen que podría incomodar a una sociedad agobiada de frustraciones y con observancia detenida en la dirigencia. [Con información de Clarín]