Se impondrá su recordado nombre a la calle número 6 de nuestra ciudad. Un merecido reconocimiento a un notable y prestigioso hombre público chivilcoyano.
El próximo viernes 30 de septiembre de 2022, a la hora 11, habrá de llevarse a cabo, la ceremonia oficial de imposición del nombre, del notable y prestigioso abogado, dirigente, orador, periodista, escritor, docente y hombre público chivilcoyano, Dr. Francisco José Falabella a la calle Nro. 6 de nuestra ciudad, como un bien merecido reconocimiento, y un auténtico y honroso homenaje a una relevante personalidad y, una ilustre y cabal figura, de vasta y singular trayectoria en los ámbitos locales y en las altas esferas de la política argentina.
El Dr. Francisco José Falabella, a lo largo de una actuación infatigable y fecunda, siempre supo distinguirse y caracterizarse por su gran calidad humana, su capacidad intelectual y talento, su amplia y rica erudición jurídica, su tan florida y brillante elocuencia, su profunda y admirable fidelidad, a los principios, valores y convicciones, su inquebrantable coherencia, ideológica y doctrinaria y, su conducta de compromiso, tenacidad, lucha y perseverancia, en una típica e inconfundible línea de vocación de servicio y, espontánea y magnánima entrega, hacia el prójimo y los semejantes.
Locuaz, afable, abierto y carismático, dueño de un particular estilo y una especial y desbordante simpatía, en todo momento, ocasión o circunstancia, tendió su mano franca y generosa, a quien lo requiriera o necesitara, acudiendo a él, en búsqueda de ayuda, cooperación o auxilio. Y lo hizo, de una forma sincera, democrática y desinteresada, con total prescindencia de posturas, banderías y colores partidarios; privilegiando la amistad, el afecto y, un sentir de hermandad, noble y fraterno.
Nacido el 4 de junio de 1920, en el hogar de Don Rafael Juan Falabella -exintendente municipal de Chivilcoy, entre 1932 y 1934, y desde 1936 hasta 1938-, y de Doña Juana Palmiero, cursó los estudios primarios o elementales en las aulas del Colegio “Buen Consejo”, de los sacerdotes agustinos, de la entonces, humilde y entrañable Capilla, en honor de la Virgen Nuestra Señora del Carmen, y los medios o secundarios, en el viejo Colegio Nacional, ubicado en la intersección de las calles San Lorenzo y Garibaldi. Después, ingresó a los claustros de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, de la Universidad de La Plata, y tras el breve lapso, de una veloz y excelente carrera, se graduó de abogado, a comienzos de 1942, unos pocos días antes, del fallecimiento de su padre, Don Rafael, quien dejó de existir, joven aún, el 13 de enero, de ese mismo año.
Posteriormente, inició el ejercicio de su labor profesional, donde demostró y evidenció, habilidad, perspicacia, inteligencia y singulares aptitudes y, asimismo, ejerció la enseñanza, en distintos establecimientos educacionales, de nuestro medio. En 1955, se desempeñó como Juez del fuero penal, dentro del Departamento Judicial, de la vecina ciudad de Mercedes, y desde el 7 de marzo, hasta el 28 de junio de 1957, cumplió funciones de comisionado municipal, al frente de la comuna de Chivilcoy.
Hombre de arraigados y hondos ideales cívicos, perteneciente a las filas del conservadorismo, al despuntar la década de 1960 fue diputado provincial, en la Legislatura bonaerense, y años más tarde, entre 1973 y 1976, ocupó una banca de diputado, en el Congreso de la Nación. En la faz periodística, durante las décadas de 1950 y 1960, fundó, redactó y ejerció la dirección del diario “El Tiempo”, desde el cual, promovió y fomentó la difusión de sus proyectos, inquietudes y principios doctrinarios; publicó numerosas notas y artículos, sobre temas políticos y de interés general; se desempeñó como asesor letrado de distintas entidades, integró diferentes instituciones y presidió el Club Social, el Club Deportivo Pellegrini y la Sociedad de Socorros Mutuos Operaria Italiana; por su iniciativa, junto a los Dres. Luis y José María Martocci, se adquirió, en abril de 1961, la Casa del Estudiante de Chivilcoy, en la ciudad de La Plata; en Buenos Aires, ejerció la docencia, en la Escuela Superior de Guerra, del Ejército, y fue asesor legal de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC), etc. Falleció, a los 77 años de edad, el 11 de febrero de 1998, y en diciembre de 2000, el destacado periodista local, Javier Omar González, editó el libro: “El último caudillo”, una pormenorizada e ilustrativa semblanza biográfica, sobre la trayectoria, las realizaciones y la obra del Dr. Francisco José Falabella, todo un político de raza, genuino, único e irrepetible, con distinción, prestancia, entereza moral, ascendiente, autoridad o predicamento y, un digno y aleccionador ejemplo de fidelidad e integridad, sin dobleces, falsedades ni claudicaciones; un hermoso ejemplo, para las actuales y futuras generaciones, que aspiran y sueñan una Argentina mejor.
Lo recuerdo expresivo y afectuoso, / con su rostro simpático y sonriente; / su carisma, su estampa, su ascendiente, / y su espíritu abierto y generoso. / Vida pública de hombre talentoso, / pensamiento rector, fiel y coherente; / la palabra florida y elocuente, / fuerza, bríos y un nombre prestigioso. / Yo recuerdo su porte y su figura, / su pasión democrática, su hondura, / su agudeza, fluidez y claro brillo… / Y sé bien, que en el pueblo y en la historia, / siempre surge la voz de su memoria, / la memoria del último caudillo.
Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.
Germán Carlos Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario del Archivo Literario Municipal.