
Tras una investigación policial y judicial iniciada en octubre del año pasado, las autoridades lograron detener a los miembros de una banda con antecedentes por múltiples delitos. La investigación reveló que la organización desguazaba algunos vehículos robados y falsificaba la documentación de otros para venderlos. Un allanamiento en Tres de Febrero, basado en la ubicación de un vehículo sustraído, fue determinante para el avance del caso.
Desde Chivilcoy, se comunicaron con una víctima del robo de una moto que había sido recuperada en la misma ciudad y con personal policial de otras localidades. Fue entonces cuando comenzaron a unirse todas las pistas que venían siguiendo. Rápidamente se dispusieron las órdenes de allanamiento y se logró detener a Alan Míguez en Chivilcoy.
Una investigación de la Comisaría 2ª de Ramos Mejía y de la fiscal Evangelina Sánchez, de la UFI Nº 11 de La Matanza, permitió desbaratar una organización delictiva que robaba motos en la zona oeste y las trasladaba a un taller en Chivilcoy para desguazarlas o falsificar su documentación e intentar reingresarlas en el mercado a través de plataformas digitales.
“Dale, quién se la lleva baratita”, publicó el ahora detenido, identificado como Alan Míguez (19), en sus redes sociales. En la publicación se observaba la Honda XRE300 Rally que, según se constató mediante las pruebas obtenidas por los investigadores, era la que le habían robado a Matías T. (27) en un asalto tipo piraña que sufrió en la calle Bolívar, entre Rosales y Espora, de la mencionada localidad matancera.
El valor de mercado de un vehículo usado de esas características oscila entre los 7 mil y 8 mil dólares. En este caso, Míguez la ofrecía al mejor postor, es decir, a quien realizara la mejor oferta, mediante una subasta pública en su cuenta personal. En sus redes sociales también se podían ver videos que un cómplice filmó mientras realizaba maniobras peligrosas, como wheelies a alta velocidad.
Otra vez el testimonio de vecinos hartos del delito fue clave para desarticular a una banda.
El pasado 12 de marzo, personal policial de Tres de Febrero informó sobre la recuperación de tres motos de alta gama en un domicilio de Villa Pineral, de esa localidad. En esa vivienda impactó por última vez el rastreador satelital que tenía la Honda Rally: se sospecha que allí lo desarmaron para evitar el seguimiento.
Tal como ocurrió hace dos semanas en Castelar, mientras la Policía allanaba esa vivienda, recibieron el testimonio de varias personas que habitan la zona, quienes informaron sobre cómo operaba la organización delictiva y quiénes eran sus integrantes. Con esos datos, las redes sociales no hicieron más que confirmar los elementos aportados. Había que determinar el lugar donde ir a buscarlos, y eso fue lo que lograron establecer los efectivos de Ramos Mejía con la colaboración de la SubDDI de Chivilcoy.
Al ahora detenido, Alan Míguez, le incautaron en su vivienda la moto de Matías T., que todavía no había podido ser vendida, y un pequeño desarmadero con motopartes de diversos modelos; dos motos cuyo origen se intenta establecer; un total de cuatro cascos, de los cuales uno era propiedad del joven asaltado en Ramos Mejía; prendas usadas al momento de cometer el ataque; y tres celulares. Además, se encontró un revólver con numeración suprimida y una réplica de arma tipo Bersa.
Míguez quedó a disposición de la fiscal Sánchez a la espera de ser trasladado e indagado. Sus cómplices están en la mira: ya saben quiénes son y esperan los resultados de diversas diligencias para capturarlos. La banda está involucrada en varios robos de motos, siempre con la misma modalidad: hay registros de hechos en Ramos Mejía, Castelar, Haedo y Parque Leloir.