
Este viernes se encontraron nuevamente las partes implicadas en el conflicto que devino en una retención de tareas de los colectiveros de EMTUPSE, que se sostiene desde el 17 de enero.
En la Delegación local del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, se reunieron los representantes de EMTUPSE y de la UTA Seccional San Nicolás, con el delegado Fernando Antonelli, sin llegar a ninguna solución.
Tras un largo intercambio de propuestas y contrapropuestas, el intento de acuerdo fracasó una vez más. Según dieron a conocer, la propuesta “habría sido igual a la anterior” y, además, sigue sin reconocerse “una deuda” con los trabajadores, que es uno de los puntos centrales para llegar a un acuerdo.
Finalmente, la retención de tareas seguirá por no alcanzar el consenso ni en cuanto al cumplimiento de la escala salarial ni con lo adeudado a los trabajadores. Ante este contexto, las clases iniciarán sin el servicio de colectivos funcionando y se espera una nueva audiencia para los próximos días.
En definitiva, hay varios puntos sobre los que reflexionar: En principio, el error del Estado de absorber un servicio que era privado, que hizo que el municipio tenga que hacerse cargo de un gasto muy oneroso, que, en última instancia, recae en los bolsillos de los contribuyentes.
Por el otro, hay un convenio colectivo de trabajo que se debe respetar. Ese fue el arreglo que se hizo cuando se creó EMTUPSE, por el cual los trabajadores están aglutinados por la U.T.A. Esto dio lugar a un conflicto siempre latente por tener que respetar una escala salarial en cuya negociación el municipio no participa.
Otra gran pregunta, es cuán necesarios son los colectivos. Indudablemente, es un servicio con el que una ciudad debe contar, pero tal vez haya que replantearse cuáles son las líneas más usadas por los pasajeros y en qué horarios son necesarias para brindar un servicio realmente eficiente y no dilapidar recursos.