El pasado sábado 23, en el Museo de Artes Plásticas Pompeo Boggio, se realizó una charla con la presencia del fotógrafo mejicano Adrián Mendieta.
Ante una importante concurrencia, Mendieta desarrolló una charla a la que denominó “Fotografía Joven en Veracruz. Entre costa y montaña”. Durante la misma explicó que la denominación de su exposición hace referencia a la geografía veracruzana, que pasa de un metro a más o menos cinco mil sobre el nivel del mar, en un recorrido en línea recta de menos de 100 km.
A diferencia de la exposición que realizara hace un par de años en nuestra ciudad, en la que expuso sobre consagrados autores de la fotografía mejicana, tales como Manuel Álvarez Bravo, Graciela Iturbide, Tina Modotti y otros, en esta ocasión dedicó el encuentro a jóvenes fotógrafos de su país.
Los autores sobre los cuales expuso parte de su obra fueron Alan Morgado, presentó un proyecto que va del registro de un espacio a la intervención de este por el mismo fotógrafo, además del registro en video de la participación del público; el proyecto de David Victory Pineda se refiere al proceso de recuperación de un archivo familiar a través del cual, al mismo tiempo que va conociendo a sus antepasados, propone un dialogo entre esas imágenes y las propias.
De Saraí Ojeda presento un proyecto muy íntimo sobre la relación con su madre y el espacio familiar; de Esteban Kunold incluyo un proyecto de fotografía digital referente a las migraciones, un alarde de construcción de imagen; de Sidarta Corral, fotógrafo autodidacta, una serie de paisajes realizados principalmente en Irlanda.
La invitada es Angélica Escoto, fotógrafa de Tijuana, trabaja en la frontera con Estados Unidos, la incluí por la calidad de su trabajo tan personal y su referencia a la costa; por último, Rubén Espinoza, fue un joven fotoperiodista asesinado en 2015, con obra de gran calidad, además de ser un compañero de gran respeto por la manera en que se relacionó con sus iguales apoyándolos en su capacitación técnica y el conocimiento de sus derechos humanos y profesionales.
La exposición fue seguida con mucha atención por los presentes, quienes interactuaron con el fotógrafo a través de preguntas.
Adrián Mendieta deja para la reflexión algunos de sus sabios comentarios:
Imagen y fotografía:
“. . . tratar de encontrar en esta nueva tecnología una forma de individualizar el trabajo, distanciarse de esa obsesión que tienen ahora los fotógrafos por la nitidez, pero una nitidez que no existe ni siquiera en la realidad, con separaciones tonales completamente falsas que te las da un filtro que se lo aplicas y mágicamente aparece; es una tontería. ¿Dónde está el autor? ¿Dónde está el personaje que está creando esa imagen? Lo está creando una máquina, lo está creando un software que te permite hacer ese efecto, pero es el mismo que hacen millones en el mundo”.
Photoshop, Lightroom & compañía:
“. . . no enajenar, que no se vuelva una actividad donde lo único realmente humano es bajar el dedo y oprimir el obturador. Si creemos que eso es la modernidad, estamos perdidos”.
La desaparición de la fotografía:
“. . . una falla, un error de voltaje en nuestros equipos van a borrar absolutamente todas las imágenes que hayamos registrado, porque no tenemos ya el gusto de verlas impresas. Ese es el único riesgo que yo veo, son tan intangibles que desaparecerían en ese sentido. Necesitamos un respaldo físico de la imagen, y eso es la impresión.
Ese es el tipo que reflexión que debemos hacer, si nos gusta tanto la imagen, por qué no verla impresa, convertirla en una fotografía”.
Fotografía mejicana y fotografía argentina:
“La interacción es tan poderosa que se han borrado esas particularidades, y es lo que tenemos que revisar. Empezar a construir esas identidades. La globalización ha jugado a favor en cuanto a que nos ha permitido conocer mucho, podemos buscar en Internet y encuentras a quien quieras, pero no podemos decir que eso está creando una verdadera cultura visual”.
Fotografía y mercado:
“. . . si vas a vivir de esto, que sea por la calidad de tu trabajo, por lo que representa, por la originalidad, por lo que quieras, no inflado o mal inflado de una manera muy especial para que haya líneas que parezcan rentables para el mercado. Los que son manejados por algunas galerías es idéntico a lo que hacen en Australia, en Francia, en Estados Unidos; allí está la globalidad en su aspecto más negativo, borrar las barreras, pero no para dar oportunidad a que el individuo pierda presencia”.
La fotografía y sus mensajes:
“. . . Yo creo que debe transmitir un mensaje, pero no una verdad, porque la fotografía no es verdad y la fotografía no responde, la fotografía pregunta, cuestiona y el mensaje está también en su forma. Es muy complejo, pensar, desde mi punto de vista, que la fotografía tiene que dar algún mensaje sobre equis cosa o acerca del punto de vista del fotógrafo, pero como como una pregunta: ¿Las cosas son así? Y el espectador dirá sí o no y si se identifica, pero el fotógrafo que dice las cosas son así, olvídate”.
“. . . la fotografía es una mentira que nos acerca a la verdad, porque las cosas no son así, pero nos dicen que pueden ser así. Siempre es una propuesta abierta; para eso está la ciencia, si las matemáticas nos dicen que una ecuación es así, ahí está la respuesta. En la fotografía, en el arte están las preguntas. Allí es donde uno tiene que buscar la forma de comunicase con el espectador”.
Cómo empezar:
“. . . Si quieres ser a través de la foto, pues, empezar con tu cámara a registrar lo que te gusta, repito, siempre haciéndose preguntas, siempre interrogando de una manera muy interior, muy personal. Por qué esto sí y por qué esto no. La fotografía es un acto de elección, cuando tu encuadras no abarcas todo, tú decides qué parte. Son preguntas . . . siempre son preguntas. Una frase de un libro tradicional chino dice: Lo visible da la forma, lo invisible da el valor”.
Gustavo Arrivillaga