Tras seis meses desde aquella mañana del 2 de enero de 2017, en la que un llamado telefónico proveniente de Gendarmería -que parecía ser un error o las instrucciones para finiquitar algún trámite por una compra-, hizo que la familia Gregalio debiera transitar por una de las experiencias más traumáticas de su vida.
Recordamos que ese día a Fernando Gregalio, periodista del diario La Razón de Chivilcoy, se le informó que se practicaría un allanamiento en su vivienda e igualmente se lo notificó de que se tramitaba una investigación en su contra por un posible caso de distribución de pornografía infantil.
“Ayer recibí la noticia (jueves 15) de que la causa fue cerrada, si bien me habían notificado a mí y a mis abogados el día viernes, esperábamos el papel -que en definitiva es lo que cuenta-; sí, finalizó todo lo vivido desde el 2 de enero (de 2017) hasta la fecha” expresaba aliviado Fernando.
“Tranquilo porque sabía lo que se habían llevado de mi casa, pero con cierta incertidumbre por cómo iba a terminar todo esto”. Recordaba Fernando que “iniciaron el allanamiento a las 9 de la mañana y concluyeron a las 3 de la tarde. Me dieron vuelta la casa . . . me dieron vuelta la casa; como que era el peor delincuente. Por supuesto que yo no entendía nada, se llevaron todo lo que sea de informática, se llevaron 7 teléfonos celulares, pen drives, memorias, la notebook de mi señora, la tablet mía, la tablet de nene mío, un CPU, se llevaron hasta la cámara que yo siempre digo, una GO PRO que tengo para cuando corro las carreras de trote” conmemoraba Gregalio.
Sus abogados, una vez que lograron tomar contacto con la causa, pudieron informarle que supuestamente había distribuido a través de 5 Facebook “truchos” -que no existen si se los busca- cinco fotografías iguales de una vagina que, al no tener vello, la perito consideró que se trataba de una menor.
En relación al expediente, amplía el periodista “me traen la causa y la empezamos a leer con mis abogados -Gustavo Giampieri y Alfredo Dorrego- y noto algunas falencias en relación a la misma” y cita, por ejemplo: número de documento, personas con quienes vive, horario de trabajo, etc.
“A medida que avanzó la investigación, la justicia me dice que esa foto no era de una menor, sino que se trataba de una mujer adulta; a raíz de esto, al margen de que yo no distribuí la fotografía, no hay ningún delito. Si uno pasa a través de Facebook una foto de una mujer desnuda adulta, no sería un delito; sí es un delito si estamos hablando de una foto de un menor. La única foto que se pasó era esa” aclaraba Gregalio de esta forma la situación.
Finalmente destacar el agradecimiento de Fernando Gregalio para con la empresa en la que trabaja, a sus compañeros de labor, a sus colegas y a los distintos medios de comunicación, quienes trataron el tema de una manera objetiva y respetuosa y a la comunidad de Chivilcoy, quienes han demostrado un gran cariño hacia su persona.