Este viernes 20 de octubre a las 20y30hs, en la sede de Pueyrredón 78, se inaugurará VANITAS -la muestra de Gabriela Fernández- una artista de capital federal que expone por primera vez en Chivilcoy, con la curaduría de Micaela Cartier.
VANITAS
“El invierno siempre se convierte en primavera. Ni una sola vez, desde la antigüedad, alguien ha visto u oído que el invierno se convierta en otoño.
Nichiren Daishonin
El término vanitas procede de un pasaje del libro de Eclesiastés (1,2): Vanitas vanitatum omnia vanitas (Vanidad de vanidades, todo es vanidad), retomada luego en el barroco para designar dentro del género de la naturaleza muerta a ciertos objetos -calaveras, velas, frutas y flores- como alegorías de la fragilidad de la vida y de la muerte. Las vanitas aparecen para recordarnos sobre la contradicción de los placeres mundanos como el dinero o el poder frente a la certeza de que se va a morir.
De manera consciente, Gabriela Fernández, retoma y recrea las vanitas en sus autorretratos como niña o adulta. Se recuerda a sí misma y a los espectadores acerca de la fugacidad de nuestra existencia y del arte mismo -al menos en su experiencia personal-.
En agosto de 2014, su taller con gran parte de sus trabajos realizados durante más de 15 años se incendió, dejando únicamente hollín y cenizas donde antes había obras, pinceles, pinturas y otros materiales de trabajo. Este hecho propició el renacer, un nuevo comienzo en su vida personal y de su producción artística. Fue como decimos a menudo, ese antes y ese después.
El dibujo en una de las paredes de Encuentro por las Artes -realizado especialmente para esta exposición- es una reconstrucción a partir de una foto tomada por la artista de lo que quedó de ese hecho y su catarsis al escribir sobre la pared quemada, justo debajo de donde antes colgaban sus obras, la siguiente frase:
Mi casa y mi tejado han ardido.
Ya nada me impide ver la luna que brilla…
Mi casa, su taller, mi tejado sus obras y la frase final nos da de antemano la señal y la seguridad de que seguirá su vida, seguirá creando… Al final de la frase coloca dos flores de loto (una abierta y otra cerrada) símbolo de su práctica budista y cuyo significado es el del renacimiento y purificación tanto en la vida terrenal como en la espiritual.
Además de esta instalación, Vanitas está compuesta de dibujos y acuarelas sobre papel y de óleos y acrílicos sobre tela (2014-2017). Las fotos que se encuentran exhibidas son el único registro material que queda de la obra que se incendió.
En sus trabajos, Gabriela Fernández, produce y posibilita el encuentro entre la historia del arte y su propia historia, entre el dibujo académico del barroco y el gesto plástico de los expresionistas abstractos. El apoderamiento y la fusión de estos recursos nos regala en el aquí y ahora una obra y una historia nueva.
A través de sus trabajos, la artista nos habla de su vida, pero también de la nuestra, nos devuelve la mirada hacia nosotros mismos, porque en definitiva sus temas son universales: la vida, su fugacidad, las vanitas.
Micaela Cartier
Curadora