Así se expresó el empresario a través del escrito que presentó ante el juez tras negarse a responder preguntas.
El empresario Lázaro Báez, en el escrito que presentó ayer ante el juez Sebastián Casanello, se despegó del delito de supuesto lavado, dio detalles sobre el origen del dinero que aparece en los videos de la financiera SGI y tildó su detención de «arbitraria».
«El sólo hecho de contar dinero no lava nada. Si el dinero está ‘sucio’ así queda y si es dinero limpio también se mantiene en esa condición», resaltó el dueño de Austral Construcciones, que cuestionó que se haya involucrado en el caso a su hijo Martín.
En el escrito al que tuvo acceso NA, Baéz enfatizó: «Sostener que contar dinero es típico del delito de legitimación de activos de origen ilícito viola el principio de legalidad (art. 18 CN)».
«No cometí ningún hecho de esas características durante toda mi vida», recalcó el empresario, detenido desde este martes por orden de Casanello por peligro de fuga.
En la presentación, Báez criticó que en la imputación en su contra no «existe descripción de ninguna acción concreta» ilícita y afirmó que en la época de los videos contaba con «fondos absolutamente lícitos, de libre disponibilidad por la suma de USD 6.677.129″ por la venta de un campo en Tortuguitas.
Sostuvo que se encuentra en una «grave situación de indefensión» y evaluó que su «detención no reconoce fundamentos serios vinculados a los peligros procesales de fuga o entorpecimiento probatorio».
«No alcanzo a comprender el por qué mi hijo, que únicamente ha colaborado en mis negocios y bajo mis instrucciones, es también convocado en carácter de imputado», resaltó sobre Martín Báez, que se encuentra con «consigna policial» y este miércoles también declaró ante Casanello.
El empresario aseguró que al imputársele «una fórmula genérica», no encuentra «de qué hechos defenderse ni qué pruebas rebatir», al criticar al juez y al fiscal Guillermo Marijuan por hacer una acusación vaga, sin detalles de «los supuestos hechos precedentes que tornarían ilícitos a los fondos».
Báez, a la vez, se refirió al video de las cámaras de seguridad de la financiera SGI, más conocida como «La Rosadita», y planteó dudas sobre su origen, la cadena de custodia y «la forma en la cual se habrían obtenido».
Subrayó que no está «reflejado en las imágenes» y requirió «que se realice una pericia para conocer si los videos pudieron sufrir algún tipo de edición, montaje u otra técnica de modificación».
Buenos Aires, NA.