A fines del XIX Sarmiento fija la reforma educativa basada en el modelo europeo y americano e impulsa así las llamadas escuelas normalizadas en donde el alumno será, de acuerdo a estos principios, la base de la nueva sociedad.
La arquitectura sirve a estos fines: el edificio es monumental y está emplazado frente a un espacio verde; los corredores son amplios, las escaleras de mármol y las barandillas de bronce; establece las medidas de las aulas y las ventanas para evitar el viciado del aire; fija la posición de la pizarra y hasta incluye un reloj para que el alumno administre su tiempo; los suelos son de madera para evitar el enfriamiento de los pies y hace diseñar los pupitres, en hierro y madera, a escala de los niños.
Cada espacio es pensado según sus fines: sala de ceremonias, actos, música, patios cubiertos y abiertos, etc.
La ornamentación de la escuela, en lo alto de la fachada, estaba constituida por un grupo escultórico notable: madre e hijo, una pirámide, un grupo de libros, una esfera -que aquí reproduzco- y que representaba el saber global y el conocimiento.
La escuela 1 de Chivilcoy fue demolida hacia 1970 por supuestas fallas en la estructura, El edificio se perdió para siempre; sólo se pudo recuperar parte de la ornamentación que alguien recogió del contenedor de los escombros.
Hay quienes creemos que estos edificios no se pueden perder, su adaptación no es compleja ni costosa como suele creerse. Mis antepasados y yo, por cuatro generaciones, estudiamos en edificios como templos: la tradición nunca puede ser un lastre, en todo caso no es otra cosa que un capital. La especulación nunca es rentable.
Enrique Balbo Falivene