Se dirigió puntualmente a los responsables de bares y restaurantes y afirmó: «Vamos a hacer cumplir las reglas a rajatabla porque no podemos poner en riesgo a toda la comunidad por actitudes irresponsables”.
El intendente Guillermo Britos pidió responsabilidad a la hora de informarle a los profesionales que realizan los seguimientos médicos sobre los contactos estrechos cuando se confirma un caso positivo de Covid, especialmente en un ámbito de trabajo; y fue contundente contra los dueños y encargados que amenazan a sus empleados para que no digan la verdad, buscando evitar que se cierre el lugar en forma preventiva.
En este sentido, expresó: «Me han llamado padres, cuyos hijos están contagiados, que trabajan en lugares donde los jefes los instigan a que no digan dónde trabajan para que dicho lugar no tenga que cerrar. Esta actitud es repudiable por parte de los propietarios».
«Nosotros les pedimos a quienes se contagian que nos digan la verdad cuando hacemos el seguimiento, porque es la manera de aislar a sus contactos estrechos y cortar la cadena de contagio», sostuvo.
Seguidamente, el jefe comunal precisó que “el sábado se dispuso el cierre de un bar céntrico hasta el 1 de noviembre, porque hubo un caso positivo dentro del equipo de trabajo, y a la hora de realizar el seguimiento hubo algunos ocultamientos, por lo cual decidimos tomar esta determinación”.
“Acá no hay beneficios para nadie, vamos a hacer cumplir las reglas a rajatabla porque no podemos poner en riesgo a toda la comunidad por actitudes irresponsables”, enfatizó.