EL CORDOBAZO. Los días que conmovieron a la Patria
En medio de esa lucha por la justicia,
la libertad y el imperio de la voluntad del pueblo,
sepamos unirnos para construir una sociedad más justa,
donde el hombre no sea lobo del hombre,
sino su hermano…
Rodolfo Walsh
Antecedentes
Las señales estaban en el aire, todos podían verlas, pero ninguno supo interpretarlas. Desde el vergonzoso golpe de estado al gobierno nacional y popular del ´55, la valiente Resistencia Peronista contra la proscripción, desde la instauración en 1966 de un gobierno militar- clerical que se autotitulaba de la “Revolución Argentina”, desde el asesinato del Che en Bolivia en 1967, la huelga general y las movilizaciones del Mayo Francés y desde la masacre de Tlatelolco en 1968…
La radicalización de peronismo a comienzos de los´60 había aportado un componente nuevo y amenazante al sistema político decadente. Al discurso del General Perón se sumaba una nueva interpretación antiimperialista y social, a la luz de los procesos de las revoluciones cubana y china.
La acción del líder exilado motivaba a los grupos que luchaban por alcanzar la liberación nacional y daban batalla a la agresión colonial de los imperios. Esta lectura permitió que se acercaran al peronismo nuevos sectores de la juventud, quienes, junto a los sindicalistas más combativos, tomaron elementos del Programa de Huerta Grande de la CGT y de John William Cooke (delegado personal de Perón en el país después del golpe del ´55), para pasar a la acción directa.
Con el surgimiento de un ala combativa de la CGT, dirigida por el grafico Raimundo Ongaro, que devino en la CGT de los Argentinos en contraposición a la CGT orientada por Vandor (participacionista, que postulaba un acuerdo con los militares en el poder), se potencian las protestas cada vez más ruidosas contra el alza del costo de vida, la opresión cultural (La noche de los bastones largos), la censura despiadada, la baja de los salarios…
Acontecimientos
Los hechos previos que derivaron en el Cordobazo, comenzaron los primeros días del mes de mayo de 1969 y fueron una sucesión de huelgas y asambleas sindicales organizadas por diversas corrientes gremiales y agrupaciones políticas y estudiantiles cordobesas (no siempre coincidentes en sus objetivos y metodologías), las cuales fueron duramente reprimidas por orden de las autoridades militares provinciales y nacionales del gobierno dictatorial.
Por la mañana del día 29 de mayo, las columnas obreras se pusieron en marcha desde el complejo fabril de Santa Isabel y otra madia docena de puntos estratégicos del cordón industrial de la ciudad de Córdoba, una de las más importantes e industrializadas del país.
En ese mismo sentido, núcleos numerosos de estudiantes comenzaban su avance sobre el centro de la ciudad, siendo uno de los principales el que parte del barrio Clínicas.
Sobre el mediodía, los obreros de IKA chocaban con las fuerzas policiales que los esperaban desde la mañana, formando un cordón en la avenida Vélez Sarsfield. La policía retrocedió y los manifestantes ganaron la plaza Pizzurno, dividiéndose entonces en dos bloques con miles de obreros cada uno.
La manifestación que contaba con 10000 personas al comenzar la jornada, estaba constituida en ese momento por más de 30000. Uno de los contingentes marcho hacia la ciudad universitaria, otro hacia los barrios aledaños. Miles de trabajadores y estudiantes se unieron a las columnas que convergieron hacia el centro de la ciudad.
A la una de la tarde, la policía se encontraba desbordada en por lo menos una veintena de puntos neurálgicos. Desesperados, algunos oficiales ordenaron disparar con balas de plomo para frenar el avance de las nutridas columnas. A esa hora cayeron asesinados el obrero Máximo Mena y el estudiante Daniel Castellanos.
Serán los primeros de decenas de muertos y varios cientos de heridos con que terminarán las jornadas del “Cordobazo”.
Mientras esto sucedía, en el casco de la ciudad, se transmitía en directo por televisión, el acto central del día del Ejército, incluyendo el discurso del General Sánchez Lahoz que ignoró los acontecimientos que incendiaban la provincia.
Durante el día, contingentes de activistas sindicales, liderados por Atilio López y Agustín Tosco, produjeron actos de sabotaje en diversos barrios de la ciudad.
Los manifestantes se hicieron cargo de numerosas instalaciones policiales y se distribuyeron algunas armas para contrarrestar el poder de fuego de las fuerzas represoras.
A esa altura de los acontecimientos, la policía había desaparecido de las calles, donde se pudo observar muchos uniformes abandonados por sus integrantes al huir del lugar de los enfrentamientos.
Así comenzó la rebelión obrero-estudiantil o la insurrección de Córdoba que terminó forzando la caída del gobierno militar del General Juan Carlos Onganía y abrió el camino a puebladas y manifestaciones masivas en Rosario, General Roca, Mendoza y una docena más de ciudades del país.
Al calor de estas movilizaciones se articularon nuevas formas de lucha, que produjeron un salto en calidad, aportando otras herramientas en el enfrentamiento con la dictadura.
Le tomo tres días a las fuerzas militares enviadas para reprimir, controlar la situación y retomar el control de la ciudad.
La situación obligó a los militares a negociar una salida electoral años después con el propio Perón en el exilio (con la esperanza de que este fuera capaz de controlar el crecimiento de la izquierda peronista y la combatividad obrero-estudiantil). No se le permitió en principio a Perón ser candidato, pero luego los militares se vieron forzados a permitir su retorno al país y eventualmente al gobierno.
Conclusiones
…” Es la toma de conciencia contra tantas prohibiciones, nada de tutelas ni usurpadores del poder, ni de cómplices participacionistas…
El saldo de la batalla de Córdoba, “el Cordobazo”, es trágico, decenas de muertos, cientos de heridos…Pero la dignidad y el coraje de un pueblo florecen y marcan una página histórica argentina y latinoamericana que no se borrará jamás” …” Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe comenzar de nuevo, separada de las luchas anteriores. La experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La Historia aparece, así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las cosas. Esta vez es posible que se quiebre el circulo” … (extraído del Periódico de la CGT de los argentinos, Rodolfo Walsh).
El Cordobazo fue un punto de inflexión en la historia política argentina. Tuvo un efecto multiplicador de manifestaciones violentas contra el gobierno militar y la burocracia sindical en todo el país.
Con él, se profundiza un periodo de lucha en busca de la tan ansiada Segunda Independencia Nacional (que durará hasta la obscura noche que se inicia el 24 de marzo de ´76), marcada por la pasión, la entrega, el interés por la construcción colectiva, expresado en toda una generación de trabajadores y jóvenes de nuestra patria.
A su vez, el hecho fue parte de un proceso que comprendió un increíble movimiento de masas a nivel mundial. La liberación de Argelia en 1962, la Primavera de Praga en 1968, el ascenso del movimiento negro en los Estados Unidos a mediados de los ´60 y otros procesos en otras partes del mundo que conmovieron y cuestionaron en las calles las bases de dominación capitalista y colonialistas de los países centrales.
Fue parte de un paradigma de época, donde la osadía de cuestionar los pilares del capitalismo mundial se pagó con sangre y persecución, con dolorosas consecuencias que aun hoy se siguen padeciendo.
Pero a la vez demostró que la organización y la lucha del movimiento obrero en general, aliados a los sectores mas dinámicos de la sociedad (¿estudiantes, pequeña burguesía nacional???) fue y será la única alternativa para lograr un cambio de estructuras reales. Es imprescindible que sean los trabajadores quienes se pongan al frente de esta lucha y que desde su conciencia de clase (nacional, popular y revolucionaria) nos conduzcan por este laberinto, en busca de la unidad del Movimiento Nacional donde nos hermane una sola premisa;
…” Hasta que un día el paisano acabe con este infierno, y haciendo suyo el gobierno, con solo una ley se rija: o es ´pa todos la cobija, o es ´pa todos el invierno” … (Arturo Jauretche)
Necesitamos diseñar de una buena vez, y sin titubear, una política nacional e independiente, retomando el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional como hoja de ruta del porvenir…Cuando un país no tiene proyecto, o sea su propia historia anticipada, está en el proyecto de otro país, del que dependerá. En el poder no hay vacio que no se llene.
…” Los combates que más importan- me dijo Megafón- nunca salen a la luz del mundo, ya que permanecen en el subsuelo de la Historia” …”el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria” … (Leopoldo Marechal, Novela Megafón o la guerra, Editorial Planeta y Perfil, Tomo IV).
Leonardo Kosoy
Secretario General Agrupación LoS PaSoS PrEvIoS
Secretario Bloque Partido Justicialista- Lealtad, H.C.D.- Chivilcoy
LINDO HABERLO VIVIDO Y PODERLO CONTAR,