Las negociaciones en torno a la situación de la empresa láctea La Suipachense siguen estancadas y la incertidumbre crece entre los 150 trabajadores que quedaron afuera tras la decisión de la firma de reducir su personal.

Manifestación por el centro de la ciudad de trabajadores de ATILRA
En Chivilcoy, el gremio ATILRA encabeza las movilizaciones acompañando el reclamo, mientras que en Suipacha los empleados sostienen un acampe frente a la planta.
Cabe recordar que el grupo empresario que la maneja Maralac -de capitales venezolanos- desapareció dejando un tendal de deudas millonarias con proveedores y productores, más sueldos impagos.
La situación de crisis del sector lácteo está vinculada con que las empresas de este rubro han obtenido grandes ganancias y han contado con el respaldo de gobiernos nacionales y provinciales para llevar adelante maniobras cuestionables.
Incluso, en muchos casos, a través del endeudamiento y el vaciamiento, varias de ellas se declaran en quiebra, para luego reabrir con otro nombre o reincorporar personal en condiciones laborales más precarias.