Luego de haber intimado a la empresa a que presenta un plan de acción a fines de octubre, tras tres meses de parálisis de sus actividades y a pedido de un abogado vinculado al gremio Atilra, la justicia en lo comercial de Mercedes decretó la quiebra de la empresa Conosur SA, que sería una pantalla legal del grupo lácteo Maralac, el que a su vez manejaba desde 2012 la tradicional fábrica láctea La Suipachense. De ella dependían 140 familias de Suipacha y alrededores.

A partir de este fallo del juez Leandro Julio Enríquez, el que sería dueño de Conosur SA, el empresario venezolano Jorge Luis Borges León, perdió el control de la empresa y quedó inhibido de realizar movimientos con el capital y los bienes de dicha firma con asiento en la ciudad bonaerense de Suipacha, y debe pedir permiso a la justicia para su eventual salida del país. Los trabajadores, desde hace varias semanas, vienen denunciando “un vaciamiento”.
La Suipachense entró en la recta final de su larga crisis a principios de septiembre pasado, cuando la dirección echó primero a 9 trabajadores administrativos y amenazó con despedir a otros 60 empleados más. En ese momento se detuvo la actividad de la fábrica y los 140 empleados de la misma salieron a manifestarse junto a los vecinos de Suipacha primero, y de nuestra ciudad posteriormente, ya que la planta era una fuente de empleo de suma importancia para esa región, según lo informado por el medio Bichos de Campo.







