A las 11.40 del viernes se alertó a personal de Emergencias del 911, sobre la caída de un techo en un domicilio ubicado en la esquina de calles Río Juramento y Avenida Soárez.
Al lugar concurre personal policial, dos ambulancias de SAME, bomberos y personal de Tránsito y Guardia Urbana constatando que se trataba de una obra en construcción y que dos personas habían resultado heridas.
Bomberos a cargo del Oficial Emmanuel Artola junto a personal de SAME trabajaron en el interior de la vivienda en la cual estarían los dos heridos junto a otros operarios realizando tareas de derrumbe en el interior de la misma.
Matías Eriz junto a Miguel Giacobelli de SAME trasladaron a uno de los heridos, identificado como Maximiliano Stoisa mientras que Gabriel Lujan y Ezequiel Erchel hicieron lo mismo con Hernán Stoiza, que son padre e hijo. En el Hospital Municipal «Dr. Santiago Fornos» están siendo atendidos y a la espera de los estudios complementarios, ingresando lúcido con politraumatismos.
Una vez finalizada la tarea, el Oficial Artola a cargo de la dotación de bomberos informó: «Se recibe un llamado al cuartel de bomberos sobre dos personas atrapadas en una obra en construcción en el cual se había desmoronado el techo y ambas habían quedado atrapadas. Así que rápidamente concurrimos el lugar, nos encontramos que ya estaba presente una ambulancia con dos víctimas que afortunadamente no estaban atrapadas, pero sí estaban entre los escombros, liberadas. Había todavía peligro de que una parte del techo se siguiera desmoronando por lo que tuvimos que retirar a todo el personal y trabajar nosotros con los elementos de seguridad para estos casos con las protecciones correspondientes».
En cuanto a esto agregó: «Rápidamente sacamos a las dos víctimas que fueron trasladadas al nosocomio por dos ambulancias, una a cargo de Gabriel Luján y la otra a cargo de Matías Eriz, con diversos golpes, traumatismo de tórax, abdomen, traumatismo de cadera, estaban muy doloridos pero conscientes y ahora serán evaluados en el hospital».
La principal tarea de los servidores públicos consistió en resguardar a las víctimas y el personal de SAME que trabajaba en el lugar ya que existía riesgo de que siguiera desmoronándose partes del techo de una casa antigua.