Denise López, joven chivilcoyana estudiante en la ciudad de La Plata de Ciencia Política, integrante del Partido del Diálogo que lidera en nuestra ciudad Sebastián García de Luca, manifestó su repudio contra la aberrante situación sufrida por la joven que fue violada por un grupo de hombres días atrás en Palermo.
Fueron los vecinos quienes la ayudaron y retuvieron a los agresores, vecinos que hoy están siendo amenazados y se sienten sin protección.
En cambio, los agresores, aunque se encuentren detenidos están siendo protegidos por la misma fuerza que debería castigarlos.
Lamentablemente la violencia sigue creciendo en nuestra sociedad y aunque hoy exista un Ministerio destinado resolver dichas cuestiones, no existen políticas públicas que nos protejan, el Estado llega tarde.
Se escuchó mucho estos días, como sucede siempre que acontecen hechos de estas características, que la víctima abusada había consumidos alguna sustancia, dándole responsabilidad a la misma.
Creer que las drogas y el alcohol son agravantes para las víctimas y atenuantes para los violadores es cultura de la violación.
No podemos confundir a los victimarios y a la víctima, muchos menos en estos casos.
Es necesario como ciudadanos impulsar y exigir como sociedad la capacitación obligatoria de los medios de comunicación que reciben pauta oficial para que dejen de reproducir el morbo, y traten las noticias relacionadas con la violencia de género con el respeto y la responsabilidad debida, con presupuesto real para construir sostener y mejorar centros de atención a las víctimas de violencia de género, que incluyan el asesoramiento legal el acompañamiento terapéutico y el sostén económico necesario.
Sobre este hecho aberrante se desprenden y visibilizan lamentablemente muchos derechos que están siendo vulnerados.
Por otro lado, y pensando en nuestras futuras generaciones es imprescindible la aplicación efectiva de la ley de Educación Sexual Integral en las escuelas como un paso fundamental para transformar las relaciones entre los géneros, formando a niñas, niños y adolescentes en una sociedad igualitaria, equitativa e inclusiva, que elimine los estereotipos y desnaturalice las violencias.
También considero que resulta de gran importancia la efectiva aplicación de la Ley Micaela que establece el Programa Nacional Permanente de Capacitación Institucional en Género y Violencia contra las Mujeres con el objetivo de ‘capacitar y sensibilizar ‘ a todos los funcionarios públicos. Abarca a los tres poderes del Estado.
Solo con un compromiso desde todos los sectores -políticos, jurídicos, civiles y mediáticos- se puede salir de este círculo vicioso.