Cómo las motos pasaron de ser un medio económico a protagonizar el debate vial en el país.
El boom de las motos -especialmente de las 110cc.- comenzó hace alrededor de 15 años y estas se volvieron comunes dentro del paisaje urbano: las pequeñas y grandes ciudades se fueron inundando de este tipo de vehículo por dos cuestiones esenciales: su economía y rapidez.
A las 110cc también se las conoce como CUB (Cheap Urban Bike) y son una opción popular para desplazarse por cualquier ciudad en Argentina. Tal es así que en el año 2024 las ventas de este tipo de motos han alcanzado niveles históricos.
Como contrapartida comenzaron a subir los accidentes de tránsito que involucran motocicletas: andar a alta velocidad, sin casco protector y sin respetar las normas de tránsito son las principales razones por las que prácticamente a diario nos enteramos de algún siniestro.
Pelotones
Son las doce de la noche, un grupo de chicos sube con sus motos a la plaza, vuelven a salir, dan una vuelta, mientras hacen willy y tiran cortes, como les dicen a esas contraexplosiones que generan ruidos potentes. Este es el fenómeno de los pelotones formados en su mayoría por menores de edad que recorren la ciudad noche y día.
Objeto de deseo
“Cati” tiene 14 años y para sus 15 no quiere fiesta ni un viaje, les pidió a sus padres una moto y ellos accedieron. La libertad, el placer y la facilidad para transportarse son las razones que hacen que la moto gane la pulseada muchas veces más allá de las contraindicaciones.
Crecimiento de los moto delivery
A partir de la pandemia de Covid-19 se han vuelto también una herramienta de trabajo para muchas personas. El confinamiento generó una explosión de motos delivery, que en ese momento eran de los pocos que podían circular, convirtiéndose en el canal de comunicación por excelencia entre los negocios y los clientes.
Operativos de control y secuestros
Desde la Secretaría de Seguridad se informa semanalmente que se secuestraron aproximadamente 25 motos por circular fuera de regla en distintos operativos de control. En relación a esto, el director de Tránsito, Matías Maleichuk, centra el problema en los menores de edad.
Cabe recordar que en nuestro país la Ley Nacional de Tránsito indica que la persona debe tener 16 años para sacar la licencia para motos con 50 c.c. con autorización de sus progenitores y que no puede llevar pasajeros y recién a los 17 pueden sacar la licencia hasta 150 c.c.
De esta forma, el funcionario sostiene: “En distintos puntos de la ciudad realizamos operativos todos los días porque hay muchos motociclistas que salen a molestar a los demás vecinos, por circular con caño escape libre, y la gente nos reclama con razón por estos disturbios”.
“Si no hacemos operativos sabemos que serían muchísimas más motos, como pasaba años atrás. Nos pasó el fin de semana pasado en un operativo que realizamos en la Plaza Moreno que al secuestrar cuatro motos que estaban infringiendo la ley, la gente que estaba allí nos aplaudió y felicitó nuestro accionar”, menciona.
Asimismo, asegura que “nosotros nos medimos con la misma vara a la persona que la usa para ir a trabajar que la que lo hace para molestar», aludiendo a que mientras el primer grupo puede retirar la moto al día siguiente con un 70% de descuento en la multa, el otro debe esperar 60 días y pagar la totalidad de la multa y la estadía.
«Pedimos a las familias que colaboren, porque muchos de estos chicos lo hacen en forma reiterada, se repite que un familiar adulto la retira y se la vuelve a dar, este la desarma y vuelve a ser secuestrada, es un círculo vicioso de nunca acabar”, dice.
Problema de salud pública
La máxima autoridad de Salud, José Luis Neme, manifiesta: “No nos cansaremos de pedir que usen el casco, no realicen maniobras peligrosas y respeten las normas de tránsito, porque hay cosas que no pueden pasar”, dando cuenta que los accidentes en moto se han convertido en un problema de salud pública.
“Que crucen los semáforos en rojo, circulen tres personas en un mismo motovehículo o hagan willy tiene que ver con falta de educación y de respeto a vivir en comunidad, entendemos que los adolescentes buscan divertirse, pero hay que ser cuidadoso con la vida propia y la de terceros”, señala.
Y enfatiza que “esta clase de accidentes pueden resultar en fracturas, lesiones graves e incluso la muerte. Por eso más allá de los operativos y los elementos que se ponen a disposición de la prevención, es fundamental que se tome conciencia sobre esto”.
Conclusión
La educación vial desde temprana edad es clave para generar responsabilidad y conciencia en los conductores del mañana, para esto es necesario un trabajo conjunto entre el Estado, las instituciones educativas, los clubes y la sociedad civil.
Asimismo, es necesario una fuerte fiscalización para que se cumplan las normas de tránsito como también que se tomen medidas con el fin de que las calles estén en buen estado y sean lugares seguros para todos los que transitan por ellas.
A.V.