El secretario de Hacienda, Eduardo De Lillo, se refirió al planteo realizado por Asociación Rural de Chivilcoy que manifestó el desacuerdo con la fórmula propuesta por el Ejecutivo municipal.

De Lillo explicó que el esquema impositivo se mantiene prácticamente igual al vigente, con una mínima modificación equivalente a 0,1 litro de gasoil por hectárea, que será afectada exclusivamente a la compra de materiales para el mantenimiento de caminos rurales.
“Seguimos con la fórmula que venimos aplicando, solo agregamos 0,1 litro de gasoil, que equivale a menos de media tasa. Ese dinero se usará únicamente para comprar escoria, piedra o lo que Obras Públicas determine necesario para los caminos rurales”, precisó.
El funcionario hizo una clara distinción entre el aspecto económico y el operativo:
“El mantenimiento de los caminos corresponde a Obras Públicas, pero yo tengo que mirar la parte económica. No puedo tener tasas deficitarias. La tasa asistencial, por ejemplo, siempre es deficitaria porque no puedo cobrarle $15.000 a una persona para atenderse en el hospital; pero esta tasa rural no puede serlo. No se puede desfinanciar al municipio y al día de hoy tiene un déficit de 849 millones de pesos”, sostuvo.
Respecto al planteo de la Asociación Rural local, De Lillo fue contundente:
“Lo planteó el intendente y les dijo no hay problema si quieren hacerlo con una fórmula distinta. La del gasoil incluso, beneficia al municipio, pero vinieron plantear que no estaban de acuerdo con el aumento, pero tampoco trajeron una contrapropuesta. Yo no tengo problema si traen otra fórmula. Pero no puedo desfinanciar al municipio. Si quieren pagar menos, no hay problema, pero habrá menos servicios. Es muy difícil brindar servicios de calidad si los recursos no acompañan.”
El secretario recordó además que la situación de los caminos rurales es compleja por las propias condiciones del terreno y la intensidad del uso actual:
“Nuestros caminos fueron pensados para un Ford A y una carreta, y hoy transitan camiones de 40 mil kilos y cosechadoras enormes. No se puede comparar con otros distritos, porque el tipo de suelo y la cantidad de kilómetros varía mucho”.
De Lillo también hizo referencia al intento de concesionar los caminos rurales impulsados meses atrás:
“En Junín, cuando se habló de privatizar el mantenimiento, todos aplaudieron. Pero a la hora de la verdad, no se presentó ni una sola empresa. Es un servicio muy costoso y complejo para cualquier municipio”.
Sobre la situación general de las finanzas municipales, el funcionario advirtió:
“No hay magia posible. Si los recursos no alcanzan, los servicios se resienten. Hoy tenemos cada vez más pedidos de trabajo y menos fondos. No se pueden festejar recortes a nivel nacional pero no acompañar la situación de los municipios. No se puede exigir que no se aumente una tasa sin entender las consecuencias. Estamos cerrando el año con un déficit de unos 850 millones de pesos, que podría superar los mil millones a fin de año”.
Por último, De Lillo subrayó que la gestión busca mantener los servicios esenciales dentro de un contexto económico muy complicado:
“Vamos a presentar un presupuesto realista. Esto es lo que tenemos de recursos, y con eso se va a trabajar. No podemos prometer más de lo que podemos pagar”, concluyó.








