El secretario de Hacienda del Municipio, Eduardo De Lillo, brindó una extensa explicación sobre la actualización de la Tasa Vial, en medio de declaraciones que circularon respecto de un supuesto aumento del 130%.

Según precisó, el incremento real previsto para la Ordenanza Fiscal e Impositiva 2026 es de 37,74%, resultado de comparar los índices vigentes en enero (903,02 por hectárea) y en el último trimestre (1.243,83). “Si uno hace el cociente da 1,37. Pero al porcentaje hay que restarle el uno. Por eso el aumento es del 37,7%. No sé de dónde sacan que subimos el 130%, sinceramente no lo entiendo”, afirmó.
De Lillo aclaró además que durante el segundo y tercer trimestre de este año no hubo aumentos, ya que los precios de los commodities se mantuvieron estables, mientras que los costos municipales —combustible, mantenimiento y repuestos— continuaron en alza.
“Nos perjudicamos nosotros, pero acompañamos al productor en sus riesgos. Esta fórmula no salió de la nada, surge de la experiencia y de lo que el propio sector rural siempre pidió: que se cobre en función de lo que producen”, señaló.
“La Asociación Rural no presentó una propuesta alternativa”
En relación a las críticas planteadas por la Asociación Rural de Chivilcoy, De Lillo remarcó que el Ejecutivo local invitó a la entidad a presentar una propuesta alternativa, pero la única respuesta fue que “querían pagar menos”.
“El intendente les dijo: ‘Traigan una propuesta’. Y con el secretario de Gobierno citamos al entonces presidente de la Rural para hablarlo. Pero no trajeron nada. Yo no estoy enamorado de ninguna fórmula, se puede cambiar, pero no puedo desfinanciar al municipio”, expresó.
Asimismo, el titular de Hacienda, explicó que “hoy la Tasa Vial es deficitaria en unos 849 millones de pesos —sin contar salarios—, cifra que podría superar los 1.000 millones a fin de año”. “Esa plata hay que sacarla de otro lado para poder mantener los caminos rurales. Eso no se puede sostener indefinidamente”, advirtió.
Para afrontar parte de ese déficit, se incorporó a la fórmula vigente un adicional de 0,1 litro de gasoil por hectárea, que será destinado a un fondo para la compra de piedra caliza y escoria para el estabilizado de caminos. “No se puede seguir con una tasa deficitaria”, señaló.
“Los números son claros: 2 más 2 es 4”
De Lillo insistió en que los datos son públicos y verificables: “Los concejales tienen acceso al sistema RAFAM. No escondemos nada. Cualquiera puede venir y ver los números oficiales. Esto no es una cuestión opinable. No hay misterio, los números son los que son”.
Morosidad y comparación con otros tributos
El secretario informó que aproximadamente el 70% de los productores está al día y que el resto se encuentra en distintas etapas de regularización o juicio. “Hay quienes no pagan por motivos políticos, otros porque no quieren y algunos por disconformidad con los servicios. Ante estos casos se intiman las deudas y, cabe destacar, que, si la regularizan dentro del ejercicio, se bonifica el recargo del 35%”, explicó.
En otro tramo, defendió la prudencia de los aumentos en otras tasas, como la de ABL y la asistencial, destinada al sostenimiento del Hospital municipal, sobre las que aclaró que no hubo quejas por el momento. “Subimos la tasa asistencial de poco más de $2.000 a alrededor de $4.000, teniendo en cuenta que tenemos que mantener un servicio de salud con atención completa las 24 horas. Un café con una medialuna hoy cuesta casi lo mismo”, graficó.
“No se puede sostener el municipio sin recursos”
Finalmente, De Lillo sostuvo que el municipio trabaja con transparencia y que el dinero recaudado se invierte en obras y maquinaria rural, como se ha demostrado a lo largo de estos años de gestión.
“Con la tasa vial se compraron motoniveladoras, retroexcavadoras y camiones, además se hicieron los accesos mejorados; por otro lado, hay que tener en cuenta que Nación no envía un peso y que, además, la Coparticipación ha bajado Por eso, si queremos mantener los caminos, la plata tiene que salir de algún lado”, indicó.
“No se pueden festejar los recortes a nivel nacional y, al mismo tiempo, no acompañar la situación actual de los municipios, que es compleja. Nosotros no podemos desfinanciar las arcas municipales: si se quiere pagar menos, habrá menos servicios, porque no hay magia posible. Si los recursos no alcanzan, los servicios se resienten, y eso es justamente lo que no queremos, ya que contamos con un sistema que ha avanzado y que queremos sostener”, concluyó.







