El Senado aprobó con 56 votos afirmativos la Ley de Emergencia en Discapacidad, una normativa largamente esperada por organizaciones, familias y activistas que luchan por los derechos de uno de los colectivos más vulnerados del país.
Darío Corrao, miembro de la Federación de Talleres Protegidos, celebró la sanción de la ley y reconoció que fue el resultado de «la lucha en las calles y en el recinto» de quienes integran la federación junto a cientos de familias que no cesaron en su reclamo.
«La movilización fue clave. Esta ley no cae del cielo, es fruto del esfuerzo de cada persona que se hizo escuchar», afirmó Corrao, al tiempo que destacó el rol del diputado nacional Daniel Arroyo, quien impulsó el proyecto en el Congreso.
La norma busca dar respuesta a una emergencia concreta: desde recortes en prestaciones, falta de acceso a educación y salud, hasta barreras en el empleo y cuidados.
Organizaciones como REDI (Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad) también celebraron el avance legislativo. «Los debates cruzaron prejuicios, discursos de odio y vulneraciones. Este logro es de quienes salieron a las calles y no se resignaron», expresaron en un comunicado.
Sin embargo, tanto Corrao como diversas entidades advirtieron que la lucha no termina con la sanción parlamentaria. «Si el Presidente decide vetarla, como ya anticipó, vamos a volver a insistir. No vamos a dejar de pelear por este colectivo», remarcó Corrao.
Desde REDI y otros espacios exigieron a los diputados que, en caso de veto, actúen para defender los derechos conquistados. «Es deber del Estado cumplir con la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. El progreso de un país no puede construirse sin nosotros», afirmaron.