Es de Chivilcoy, hombre de Emilio Monzó y está encargado (junto a otros dirigentes) de traer intendentes vecinalistas, pejostistas y hasta massistas al armado Pro.
El secretario del Interior, Sebastián García De Luca, diputado provincial con licencia y ex concejal de Chivilcoy (ciudad de donde es oriundo), es uno de las espadas de Cambiemos encargada de captar intendentes de otros partidos y seducirlos con un pase al Pro.
Su perfil es más político que técnico y cuenta con una larga trayectoria en la política a pesar de su corta edad. Mano derecha de Emilio Monzó, titular de Diputados de la Nación, y desde su asunción como segundo de Rogelio Frigerio, está encargado del diálogo con los intendentes de la provincia de Buenos Aires que no tienen o no cuentan en la actualidad con una representación nacional, es decir, una figura que los aglutine.
Cuentan en los pasillos de la Casa Rosada que su inquietante ímpetu por el trabajo territorial le consume gran parte del tiempo, que viene repartido por las actividades de la cartera que maneja uno de los presupuestos más altos de la administración nacional y sus constantes diálogos con los alcaldes.
Enemistado fuertemente con el intendente de su pueblo, Guillermo Britos, De Luca mantiene una fría relación con los interlocutores de este terruño massista y prueba de ello fue la pelea que casi culmina en una votación nominal en el recinto de la Legislatura bonaerense cuando (en junio de este año) debía ser aprobada su licencia para seguir en el cargo en el Ministerio del Interior.
Antes de esa sesión, hubo una especie de reunión de paz para que no haya inconvenientes en el apoyo massista a la licencia de De Luca, pero el hermano de Britos, Fabio (actual legislador) no aflojó, y la relación terminó más tirante que al comienzo, al menos así detallan los testigos de esa reunión en la Rosada.
Días atrás, De Luca se mostró junto al intendente vecinalista de Carmen de Areco, Marcelo Skansi. En ese encuentro también estaban Frigerio y Monzó. Pero el chivilcoyano es el emisario previo al retrato, y encargado de tejer lazos políticos y buscar coincidencia con los jefes comunales del interior de la Provincia.
Planificación de obra pública, visitas de Vidal y funcionarios a su ciudad, son algunos de los principales temas que se tocan a la hora de buscar las coincidencias.
Si bien hay dos o tres alcaldes flotando en la posibilidad de sumarse a la coalición oficialista, aún se muestran cuidadosos porque la coyuntura no es de las mejores para Cambiemos. De Luca lo sabe y maneja los tiempos, confiado en que de la mano del segundo semestre y sobre todo de los primeros meses de 2017, los jefes territoriales se animen, den el salto y robustezcan la base política con votos, que en definitiva es el premio mayor por el cual se hace el esfuerzo de seducción.