En medio de la polémica suscitada por el estado de las columnas de alumbrado público y el plan que se ha diseñado para abordar el tema, el sábado se cayó otra más en Vicente Loveyra al 400.
Según se pudo saber, los vecinos ya habían advertido respecto a esta situación, lo que pone de manifestó otra realidad que es que, a pesar de que los reclamos están, muchas veces son desatendidos.
Para este tipo de asuntos se requiere un accionar rápido y eficiente, dado que estamos ante una problemática real, y lo más urgente es evitar un mal mayor.