Si alguna vez has sentido un cosquilleo en el estómago viendo a Meredith Grey correr por los pasillos de un hospital o a Gregory House resolviendo casos imposibles con esa mordacidad que tanto le caracteriza, quizá te hayas preguntado alguna vez si tú también estás hecho para la Medicina. Muchas veces, el primer contacto que tenemos con esta profesión llega a través de la televisión., y es que hay muchas series de doctores que despiertan muchísima curiosidad por esta carrera.
Pero claro, la realidad no es la que se ve a través de las cámaras, aunque haya muchos casos reales que se cuenten en ellas. La Medicina no es solo una profesión, es una vocación muy exigente, porque requiere constancia, esfuerzo diario y un profundo sentido de la responsabilidad. Esa es la gran barrera que tiene, y es la que frena a la gran mayoría de los que se lanzan a ella corriendo. ¿Te lo estás planteando, pero no sabes si realmente vales para ser médico? Pues hemos hecho una pequeña guía con cinco pasos que te servirán para saber si este mundillo es para ti y si tarde o temprano vas a tener que enfrentarte a los requisitos MIR y a pacientes de verdad.
Cómo saber si estás hecho para la Medicina
Descubrir si la medicina es tu vocación no es algo que se haga en segundos. Se requiere tiempo y, sobre todo, conocerse muy bien a uno mismo en todo tipo de situaciones. Lo ideal es que hagas lo que te indicamos a continuación:
- Cuál es tu motivación real – ¿Quieres estudiar Medicina porque te apasiona ayudar a los demás o porque crees que es una carrera de prestigio? Si tu respuesta es la primera, vales para esto; si es la segunda, será difícil que te mantengas en pie durante las guardias más duras.
- Cómo te comportas en situaciones de estrés – En ocasiones, los médicos tienen que tomar decisiones críticas bajo mucha presión. Si te bloqueas fácilmente o no te gusta trabajar con tensión, debes tenerlo en cuenta. Puedes mejorar con el tiempo, pero conviene que lo tengas claro desde el primer momento.
- Explora la ciencia y la anatomía – La Medicina es mucho más que tratar con personas: también implica estudiar mucho sobre biología, química, farmacología, fisiología y anatomía. Si son temas que te apasionan es porque vas por el buen camino.
- Practica la empatía y la escucha activa – No todo es diagnóstico y bisturí. Un buen médico es aquel que sabe escuchar, que trata a cada paciente con humanidad, incluso cuando la situación es muy complicada. Si es algo que se ta da bien, también es una muy buena señal.
- Habla con profesionales que estén activos – La mejor manera de saber cómo es realmente la vida de un médico es hablar con uno. Si tienes la oportunidad, pregunta, investiga y escucha sus historias. Muchos estarán encantados de contarte lo bueno y lo malo de su día a día.
Tómatelo con calma, insiste en cada punto todo lo que puedes y haz autocrítica. Puede que no valgas para ser médico, pero sí para trabajar en el mundo de la salud; o puede que sí, que estés a punto de cambiar tu vida y la de muchas personas. Lo descubrirás más pronto que tarde.