Hoy podemos ver en nuestras instituciones un peregrinar de familias buscando una oportunidad laboral y de contención para las personas con discapacidad.
Los jóvenes cuando terminan su etapa educativa se encuentran con una problemática de oportunidad, Chivilcoy es una de las pocas sino la única que cuenta con dos talleres protegidos y una inclusión de jóvenes con discapacidad en el Municipio en distintas áreas, además del estacionamiento medido.
Pero aún así no alcanza a cubrir la necesidad, el sector privado que todavía no incluye y el estado en su conjunto nación, provincia no cumplen con el 4 % obligatorio del cupo laboral.
El taller Dignidad y el taller de Atiadim contienen entre los dos un total de 90 jóvenes, lo que tiene su capacidad al límite y si no se da una baja es difícil lograr nuevas altas. Por este motivo es de suma urgencia crear otro espacio y trabajar en conjunto con las familias y el estado para resolver lo antes posible la falta de oportunidad para estos jóvenes. En la actualidad más de 25 jóvenes y sus familias esperan una solución.
Recuerdo que Argentina adhirió a la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad y en su artículo 27, Trabajo y Empleo, dice: Las personas con discapacidad tienen derecho al trabajo, incluido el derecho a trabajar en un entorno que sea abierto, inclusivo y accesible.