Luego de un exhaustivo análisis de la causa con el equipo, notamos ciertas circunstancias en el lugar de los hechos horas previas al llamado al 911 que merecen ser expuestos para que la sociedad sepa, por qué no existió un siniestro vial y a Jonathan lo estaban esperando para “ajustar cuentas”.
Adelanto que no salgo de mi asombro en la lentitud con la de que se está trabajando por parte del estado. Y digo esto porque parece a nadie llamarle la atención lo siguientes datos.
Jonathan llega a la avenida de Tomaso y calle 532 a las 12.11.45 según los datos de una cámara y a las 12.12.44 ingresa a la calle 544.
Un masculino de pantalón oscuro y campera clara manejando una moto 150cc ingresa a las 12.36.33 y ese mismo sujeto y moto es reconocido por un testigo que lo vio circular incesantemente por las calles cercanas.
Así como también a la 01.06.22 las cámaras toman una Volkswagen Saveiro ingresar de avenida de Tomaso hacia calle 532 sentido Saavedra.
Está camioneta se retira desde calle 544 sentido ruta 30 a la 01.12.44, y el móvil de policía ingresa a la calle 544 a la 01.13.29 es decir menos de un minuto después. Y también significa que el vehículo pasó por el sitio donde estaba Jonathan y no llamó a emergencias ni se detuvo. ¿Por qué? ¡A nadie le sorprende!
Este dato coloca en tiempo y espacio a personas y vehículos que se vinculan con las declaraciones de testigos. Es momento ahora de actuar para las fuerzas de seguridad y para el poder judicial porque el móvil, el motivo, las declaraciones y las cámaras nos sitúan en un asesinato y el accidente de tránsito como ya se ha manifestado ha quedado en el recuerdo de una de las peores investigaciones que la historia de Chivilcoy pudo tener.