Luego de un pormenorizado análisis de la causa, y reafirmando los sostenido desde el primer día que leímos el expediente, arribamos a la teoría del caso de que a Jonathan lo mataron.
En aquel tiempo que parece tan lejano, donde casi pasaron 4 meses, el expediente mostraba un destello de posibilidad de que podría existir un accidente de tránsito, pero luego de varias declaraciones que se pusieron amablemente a nuestra disposición y demás testigos que por tal o cual razón deciden brindar información, que curiosamente coincide con varios datos luego arroja la causa, sumado a un pormenorizado análisis de las cámaras de seguridad, nos encontramos frente a un escenario de ajuste de cuentas, que a nuestro entender se les fue de las manos. Es decir, lo que debía ser un susto, un aviso, se convirtió en un asesinato.
Y ello, se desprende por un llamado amenazante que Jonathan tuvo el día jueves, exigiendo un urgente pago, situación que se concatena, con que los profesionales de la salud no pueden determinar que le paso a Jonathan, sumado a que el resto del personal de salud expresa sorpresa al recibir un joven sin estigmas compatibles con un siniestro vial, sumado a que el mismo se encontraba curiosamente sin pertenencias, es decir sin billetera ni celular.
Pero a ello, se le adiciona que los dichos de testigos de la causa sitúan a un masculino, en un determinado motovehículo, que condice con la declaración de otro testigo, sumado a que condice en tiempo y espacio con lo que arrojan las cámaras de seguridad que contiene el expediente. Entonces, tenemos cámaras de seguridad que sitúan maniobras de rastreo en la zona, una camioneta, dos motos, todos ellos van y vienen por la zona, y sumamos una muerte sin estigmas de accidente, una moto sin raspones, cervezas en la baulera en envase de vidrio sin ruptura.