El fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y del Salón del Periodismo Chivilcoyano, Carlos Armando Costanzo, celebra sus treinta años, con el cultivo del lunfardo, pues, en el mes de enero de 1987, hubo de iniciarse, en esta típica y pintoresca jerga, del habla coloquial y popular de los argentinos; transitando así, de una manera fiel y sostenida, una senda de tres décadas creativas, con numerosas composiciones poéticas, y distintas publicaciones, de dichos textos.
Carlos Armando Costanzo, es autor de una apreciable cantidad, de folletos, conteniendo versos lunfardescos, y obtuvo, además, diferentes premios, en certámenes organizados, por el Círculo de Poetas Lunfardos, de nuestro país.
En el año 2009, se lo designó miembro correspondiente, de la Academia Porteña del Lunfardo, y en el 2016, se lo nombro también, miembro correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires.
Su primer soneto lunfardo, se tituló “El hampón”, e integró el folleto “Sonetos del suburbio y el delito”, que Carlos Armando Costanzo, editó en 1988.
El hampón
Tenía vocación de pistolero,
sueños de gánster y alma de atorrante.
Compinche del suburbio, en su desplante,
se daba de hombre piola y pendenciero.
De chico, se inició como ratero,
después, la trabajaba de asaltante,
y así, aprendió el oficio del maleante,
con pinta de rufián arrabalero.
Su vida fue un revólver, un rosario
de múltiples delitos y un prontuario…
Al margen de la ley, puso la jeta.
Creyó tal vez, que todo lo podía.
Una noche enfrentó a la policía,
Y dos tiros, le hicieron la boleta.