Darío Corrao realizó un balance de la labor hecha por el Taller Protegido Dignidad en el año 2023 e invitó a la comunidad a acercarse a Saavedra 232, que desde el próximo miércoles funcionará de 8 a 13 horas.
Respecto al balance anual, indicó: «Hemos hecho muchísimas cosas, aunque tal vez como Comisión nos queda el sabor amargo ya que se nos truncó la finalización de la habilitación del segundo piso, ya que nos exigen un ascensor montacargas que hoy en día por el valor está fuera de nuestras posibilidades».
«En cuanto al trabajo hecho y las incorporaciones, el resultado ha sido positivo. La Escuela 502 ha comenzado a hacer prácticas laborales en nuestra sede y se han sumado dos operarios de dicho establecimiento», agregó.
Asimismo, continuó: «También hemos participado en la Feria de la Biodiversidad y en Mercados Bonaerenses, que tiene que ver con difundir y promover lo que hacemos en el Taller Protegido».
«Entonces además de que permite que más gente nos conozca, fundamentalmente conocen la calidad de nuestros productos, lo cual era una de nuestras metas primordiales», aseveró.
En este sentido, remarcó: «Gracias a esto las ventas han aumentado, así que ha sido muy útil para nosotros. A su vez, otra cosa positiva es que le hemos enseñado a los operarios a usar el posnet, así que esto quiero decir que los estamos capacitando para cualquier trabajo formal, que es nuestro anhelo».
«La panadería «Un poquito más» nos está dando una mano importante con el tema de la elaboración para poder completar la producción que necesitamos y también tienen la intención de contratar a un operario», añadió.
Al respecto, detalló: «Las facturas que son las de más difícil elaboración no se hacen acá, pero el resto de los panificados que elaboramos sí, a partir de la mano de obra de los operarios y eso es lo fundamental de lo que hacemos».
«En esta panadería trabajan 30 personas en total, que lógicamente no sería posible en ningún otro lugar, pero este es un espacio de contención y formación para que ellos se sientan realizados, ya sea elaborando los productos y vendiéndolos», explicó.
De esta forma, sostuvo: «Estamos mejorando mucho en este sentido, pero lo que nosotros no queremos es mecanizar el trabajo, que sería más sencillo para elaborar, porque nuestra premisa es contar con la mano de obra de las personas con discapacidad».
Por otro lado, amplió: «Una de nuestras operarias ya está trabajando en la Escuela N° 23, así que para nosotros es una alegría que se ha capacitado y que hoy pueda cumplir funciones en un trabajo formal».
Más tarde, informó: «Alrededor del 10 de enero va a llegar a Chivilcoy la Superintendencia de Riesgo de Trabajo, que nos exigen que cumplimentemos a los Talleres Protegidos y queremos hacerlo extensivo a otras instituciones de la comunidad para promocionar el trabajo formal para las personas con discapacidad».
«Nosotros lo que queremos es que este sea un lugar de tránsito, de formación y preparación, no un lugar permanente. Esto es algo que queremos cambiar a futuro y creo que hay mucha gente que está comprometida con esta premisa», aseveró.
En relación a esto, contó: «Hemos conversado con algunos empresarios locales, muchos de ellos tienen la iniciativa de hacerlo, pero también tienen sus miedos. Lo importante es que sepan que la adaptación puede darse y que sería muy bueno que se cumpla con la responsabilidad social de que las empresas empleen a las personas con discapacidad».