Leandro Alem, fundador del radicalismo, no concebía a nuestro partido solo como un partido electoral, sino mejor, como una causa moral y política.
Su sentido como partido político entre otros conceptos, estaba ligado a la educación cívica del pueblo, como condición indispensable para el ejercicio de la democracia.
Su famosa consigna era: “¡Que se rompa, pero que no se doble!” Con esto quería decir que los principios estaban por encima de los compromisos circunstanciales.
En síntesis, para Alem el radicalismo era un movimiento de reforma moral y política para democratizar la República y darle protagonismo real al pueblo.
Hace unos días atrás comenzó la campaña electoral en la Provincia de Buenos Aires y el radicalismo está participando activamente con otras fuerzas políticas en la alianza electoral “Somos Buenos Aires” para disputar el poder y llevar adelante nuestros principios en la actividad de gobierno.
Claro que no se nos escapa que el Comité de la calle Rivadavia está con las puertas cerradas cuando debiera estar abierto y a disposición de nuestros afiliados y vecinos en general para difundir nuestra propuesta y estimular a que se vote a nuestros candidatos.
Esta campaña electoral es de corta duración, pero la próxima de nivel nacional en la que también participa el radicalismo, hacen que ambas se tornen intensas para el trabajo de cada uno de los integrantes del comité y afiliados en general.
Nuestra provincia enfrenta complejas problemáticas de abandono de funciones estatales esenciales y que repercuten propiamente en cada realidad local.
Nuestro actual intendente se incorporó a la alianza “Somos Buenos Aires” y esa determinación de integración, hace que nuestro trabajo político sea mayor en colaboración a que mejore en calidad de discusión el Concejo Deliberante con la integración de Primero Chivilcoy y la UCR con nuestra candidata a concejal Daiana Raulier.
Nada más, el Partido Radical de Chivilcoy estará abierto nuevamente para cumplir con el mandato de nuestro fundador Leandro Alem.