La salud mental es un aspecto fundamental de la calidad de vida de las personas en la sociedad. La vida moderna está llena de desafíos y presiones que pueden generar estrés, ansiedad y otros trastornos mentales. A su vez, es importante porque afecta todos los aspectos de la vida, incluyendo: las relaciones personales y laborales, la productividad y el rendimiento, la salud física y la calidad de vida, la capacidad para enfrentar desafíos y superar obstáculos.
Las primeras líneas del art. 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure la salud y el bienestar.
Todos los argentinos contamos con el respaldo de la ley 26.657 que tiene por objeto asegurar el derecho a la protección de la salud mental de todas las personas, y el pleno goce de los derechos humanos de aquellas con padecimiento mental.
Dicha ley, en su inciso número 7 enumera todos los derechos para las personas con padecimiento mental.
Por su parte, aquellas personas que deben ser asistidas sufren muchas veces con barreras para el acceso, como costos prohibitivos, falta de profesionales, estigma y discriminación.
Romper el estigma que rodea la salud mental es fundamental para fomentar una cultura de apoyo y comprensión. Hablar abiertamente sobre la salud mental y buscar ayuda cuando se necesita es un signo de fuerza, no de debilidad.